lunes, 5 de agosto de 2013

Machado: de glorioso mambí a repudiado cuatrero



Machado: glorioso mambí en 1925, repudiado cuatrero en 1933

General Gerardo Machado
 El 20 de mayo de 1925, Gerardo Machado asume la presidencia de la República de Cuba, y Bohemia publica al interior de sus páginas una foto del General en los tiempos de la guerra mambisa, con la nota siguiente:
¡A CABALLO! El general Machado, ilustre Presidente de la República, en los días heroicos en que estar a caballo significaba arrastrar peligros y sufrir privaciones, por defender las libertades patrias.
Años después, cuando cae la dictadura instaurada por el General Machado, quien deja a sus espaldas un país desangrado y un pueblo arruinado, Bohemia publica la misma foto del ex presidente a caballo y con las palabras siguientes:  

La Habana, 20 de agosto de 1933
Gerardo Machado en la época en que, disfrazado de patriota, aprovechó las circunstancias de nuestra revolución Redentora para internarse en la manigua a robar, con su osadía de cuatrero, las reses que eran descuartizadas y vendidas en su carnicería de Remedios, en combinación con su hermano.
Cortando huesos con el hacha de su carnicería perdió Machado el dedo que falta en una de sus manos. El caballo que montaba el falso y cobarde patriota era también, según se dice, un producto de sus habilidades de ladrón
Los centinelas españoles, tenían órdenes  de dejarlo circular libremente, pues el alto mando español lo consideraba como una mancha del Ejército Libertador por sus robos y delitos de menor cuantía de ratero vulgar.

 


La República de Cuba y la Constitución

Cuba y América, 1906, 20 de mayo, alegoría de Cuba
En 1906 la revista Cuba y América edita un Número Extraordinario para celebrar el aniversario quinto de la Constitución. Este dibujo exhibe un catálogo iconográfico extenso de la alegoría nacional.

viernes, 2 de agosto de 2013

La República en harapos



Carteles, agosto de 1933, alegoría de Cuba
En agosto de 1933, en la portada de Carteles,  la República pierde su jovialidad. Tras el derrocamiento de Machado, la nación se representa en harapos, arruinada, pero con el puño levantado.

La alegoría del día o de la República


El Fígaro, 20 de mayo de 1909, alegoría de Cuba


El Fígaro, en el número de mayo del año 1909, evoca la fundación de la República  con una portada que dramatiza el momento del triunfo, donde el empleo de los códigos clásicos reafirma a la República como hija de la modernidad y heredera de la tradición occidental[1]. Una silueta alada, que encumbra la bandera cubana con un gesto heroico, nos remite a la Niké griega[2] y, a un mismo tiempo, a la alegoría del día, que se levanta sobre las tinieblas y la oscuridad. Se reproduce, así, el surgimiento, el renacer social y político del Estado cubano, que ha dejado atrás la noche del pasado colonial [3]. Pero, quizá, el sentido primordial del antagonismo día-noche se encuentre en los versos de Manuel Serafín Pichardo –fundador de la revista, ubicados en el centro: un poema que subraya la antítesis entre dos aniversarios consecutivos, el 19 y el 20 de mayo. La noche como la víspera amarga de la muerte del Apóstol que antecede al memorable día del establecimiento de la República.


19 y 20 de mayo
A Justo García Vélez
La Historia, que contrastes avecina
juntar dos fechas inmortales quiere:
aquella en que el sublime Apóstol muere
y aquella en que fulgura su Doctrina

¡Cuánto amargor al recoger el fruto!
¡Cuánta espina al tocar las patrias flores!
Enlazada la gloria a los dolores,
tiene el gran día vísperas de luto.

¡Oh Cuba! Tal parece que tu sino
es llevar con el lauro el sufrimiento
y unir a cada bien algún lamento;

que hace falta a tu espléndido destino,
como a la sangre ardiente y contenida,
para correr en libertad, la herida!
Manuel S. Pichardo. 1909


[1] En 1900, en el número 45 (2 de diciembre), había aparecido ya una portada similar, del mismo ilustrador, Quiñones, pero que en el redondel del centro mostraba una imagen del presidente de la Convención Constituyente de la Isla de Cuba, Domingo Méndez Capote. La metáfora se concentra, en este caso precedente, en el cambio radical que significaba la elaboración, redacción y legalización de la Constitución cubana. Este es el primer ejemplo de alegorías de la Constitución que presenta El Fígaro, quien homologa en sus portadas la redacción jurídica del documento con la instauración misma de la República. Para ello emplea los mismos recursos iconográficos de las alegorías republicanas posteriores.  
[2] Niké era la diosa griega de la Victoria y simbolizaba el éxito en todos sus sentidos. Se caracterizaba por ser una mujer con alas, sedente o en vuelo, coronada con ramos de laurel y, ocasionalmente, con una palma, una guirnalda, escudos o trofeos según la ocasión.
[3] Hay que tener en cuenta que también en este año finaliza la Segunda Intervención Norteamericana en la Isla y se reinicia la sucesión presidencial con José Miguel Gómez.