Pintor autodidacta, Andrés García Benítez, se convirtió en
uno de los ilustradores más importantes de la primera mitad del siglo XX
cubano.
Andrés García Benítez nació en Holguín y sus primeras portadas para la revista
Carteles las hizo llegar por correo postal desde su ciudad natal hasta la
capital. Veinte años después seguiría trabajando en dicha revista cultural, una de las más
importante del momento junto a Bohemia. En sus páginas creó un estilo único y
particular que le valieron el reconocimiento y el prestigio entre sus
contemporáneos.
Sus portadas de Carteles bien pueden tomarse como descripciones
concisas de la sociedad republicana previa a la Revolución cubana. En sus diseños abundan la picardía, la mirada
crítica y burlona a un mismo tiempo. Personajes típicos y típicamente
representados por su pluma recrearon a lo largo de varias décadas las
costumbres, actitudes, acontecimientos y características más importantes de nuestro país en aquellos tiempos.
Su dibujo se caracterizó por los rasgos filosos y estilizados,
rellenados con planos de colores y sombras distribuidos estratégicamente. Fue
un ilustrador esencialmente modernista, desenfadado y peculiar que supo
combinar lo figurativo con la síntesis abstracta de las formas.
Andrés García Benítez firmó como Andrés todas sus obras y a
él debemos algunas de las más singulares, críticas e ingeniosas alegorías republicanas.
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