Durante la Guerra Necesaria en 1895 aparece, por primera vez en las acuñaciones de moneda, la representación de Cuba republicana, en armas por aquellos tiempos, bajo los rasgos de una mujer.
Con un diseño del
escultor italiano Felipe Martigny, y sirviendo de modelo Leonor Molina, joven
exiliada cubana, se representa por primera vez a la República de Cuba. Este
diseño, a diferencia de las complicadas composiciones iconografías de los
billetes, resalta por la sencillez de sus líneas, pues tan solo se destaca en
el anverso el perfil de la joven cubana como imagen de la nación. Ningún
atributo específica ni aterriza significado simbólico alguno, puesto que el
rostro femenino resulta suficiente, en esta ocasión.
La Junta
Revolucionaria Cubana, radicada en Nueva York, con el fin de recaudar fondos, fue
quien emitió estas monedas. El 10 de mayo de 1897 Tomás Estrada Palma, entonces
secretario del Partido Revolucionario, firmó un contrato para acuñar 60 monedas
de plata[1] y en julio 16 se acuñaron las primeras 181 piezas.
[1] Las piezas de 1897 se acuñaron en tres tipos de muy ligeras variantes entre
sí, todos sin denominación o valor monetarios, figurando en su lugar la palabra
SOUVENIR con el propósito de evitar problemas de carácter legal con el gobierno
norteamericano. Sin embargo, la pieza de 1898 pudo acuñarse con la demonización
de UN PESO debido a que ya para esa fecha los EEUU habían declarado la guerra a
España.
Billetes y Monedas de Cuba (catálogo). Museo Numismático de Cuba. s.p.i. p. 28.
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