En 1944 Carteles exhibe una República
que mira con recelo y desconfianza las propagandas políticas.
La corrupción y la politiquería la hacen sospechar y dudar de aquellos que se declaran como los portavoces de sus intereses.
La corrupción y la politiquería la hacen sospechar y dudar de aquellos que se declaran como los portavoces de sus intereses.
Abajo, el sello con la máxima
martiana: La patria es ara, no pedestal.
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