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jueves, 17 de enero de 2013

Siglo XIX: tiempo de nuevos símbolos para Cuba.


La alegoría no es una invención de la República, en el siglo XIX da sus primeros pasos con nuestros primeros héroes.
Los billetes y bonos emitidos durante las gestas libertadoras se realizaron con el objetivo de financiar la guerra que llevaba a cabo la República de Cuba en Armas, pero fueron, a su vez, espacios de creación de símbolos de carácter nacionalista y patriótico. Por sí solo el acto de emitir  monedas y billetes que se distinguen de las coloniales implica una afrenta al dominio español, pero supone también una afrenta a los símbolos del poder colonial en la Isla al sustituirlos por otros nuevos y propios, identificativos del nuevo gobierno revolucionario.
Las élites independentistas se empeñan no solo en liberar a Cuba, sino también en dotarla de una nueva imagen, que la identifique como república independiente. La insurgente nación comienza un proceso de redefinición simbólica en el campo de la numismática con el objetivo de afirmar su aspiración de independencia y soberanía en el escenario internacional. Aparecen así en billetes y bonos, junto al nombre de la República, la firma del presidente, el escudo nacional y la bandera, la alegoría de la nación insular.
En estas emisiones el nombre de República de Cuba, reemplaza el otrora título de El Banco Español de La Habana o el rótulo de El Tesoro de la Isla de Cuba. Ante la ausencia de rostros memorables, puesto que los grandes héroes de las gestas aún estaban por realizar sus mejores hazañas, se recurren a los símbolos del recién creado estado nacional, en especial el escudo, para legitimar visualmente lo que se enunciaba bajo el nombre de República de Cuba.
A un mismo tiempo, para reforzar el carácter republicano, hijo de la tradición euro-occidental del naciente gobierno, y bajo el influjo de los recursos simbólicos utilizados por la Revolución Francesa y por las repúblicas latinoamericanas, se estampan las primeras personificaciones de nuestro país. La alegoría republicana se apodera de las esquinas y centros de billetes y bonos, y surgen así nuestras inaugurales representaciones alegóricas.
Desconocemos hasta que punto estas imágenes trascendieron o no en el imaginario popular, pero lo que sí es innegable es el hecho de que las élites criollas estaban decididas a incorporar el procedimiento alegórico a las nuevas formas de representación de la futura República cubana.

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Para  ver ejemplos puntuales de billetes con alegorías republicanas, visite los links:
Bono de 1872
Bono de 1869
Billete de 1869
Moneda Souvenir 1897

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